MANO DE FATIMA Y MI AMIGA EVA

Fatima, hija del profeta Mahoma, esposa de Alí, se hallaba un día cocinando cuando su marido entró en la cocina con una concubina más bella y joven. Al verla, Fatima sorprendida y disgustada metió, sin darse cuenta, su mano en aceite hirviendo. Allí tuvo la mano un buen rato, hasta que su esposo Alí se percató del terrible accidente. Alí la socorrió de inmediato extrayendo la mano de su mujer en aquel aceite criminal.



Asombrados, pudieron observar que Fatima no había sufrido daño alguno en su mano. De esta historia nace la mano protectora de Fatima, que sirve como talisman y amuleto de la buena suerte.


MI AMIGA EVA:


En este apartado incluyo a mi amiga Eva. Eva es sencillamente maravillosa. Guapa y supersimpática. Estudié la carrera con ella en la universidad de Geografía e historia y ámbas nos especializamos en Arqueología. Desde entonces somos grandes amigas. Muchos fueron nuestros viajes a Madrid en busca de nuevos conocimientos numismáticos. Ha sido compañera de andanzas en tiempos muy difíciles cuando estuve con enormes dudas sobre si debía casarme o no. Y creo que no me equivoco cuando sabiéndo que cometía una locura, ella , como testigo estuvo a punto de decirle al sacerdote que no debíamos casarnos. Es a ella a quien le entregué el ramo de flores, es ella quien el día de mi boda me acompaño al cuarto de baño y llorando me senté en la taza del water, lamentandome por mi equivocación. En fín, es Eva, y siempre Eva, la persona que se ha amoldado a todas las circunstancias de mi vida. A tí, querida amiga Eva, te doy mis eternas gracias por existir.

EVA EVA
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EVA


EVA EVA
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